Que venga la primavera, que hace falta. Hace falta más luz de la que alumbra. Que llegue con la fuerza con la que la recuerdo, entrando por las mañanas de mi casa, por todas las ventanas. Primavera con brotes promisorios y con un indecible olor a fruta. Que acuda con sus séquitos de golondrinas ágiles, a través de esta nieve inesperada. Que aparezca, como antes, inmensamente clara sobre la tierra entera, en ningún sitio triste, en parte alguna oscura. Que florezca de pronto,