El poeta Aurelio González Ovies leyó un emotivo mensaje enviado por Antonio Gamoneda, que no asistió “por la vieyura”, pero alabó por boca de Ovies la iniciativa de otorgarle una plaza a la poesía en Oviedo.
“Amigos poetas de Oviedo y sus alrededores, chicos y chicas, que a todos os quiero con muy buena voluntad: quizá ya sabéis que soy un viejo poeta también ovetense, probablemente el más viejo. Tengo que añadir con urgencia lo que decía don Jorge Guillén: “Lo de poeta es siempre improbable”. Pero lo restante, que soy de Oviedo, que soy vieyu y que os quiero, eso es cierto con total exactitud y sinceridad.
Sigo añadiendo: si no fuese por lo de la vieyura, estaría ahí, con vosotros, pero, aunque pueda no andar muy lejos, no se me arregla. Sea como sea, os felicito de corazón por vuestra vocación personal, por lo que tenéis escrito y por lo que vais a escribir, y, naturalmente, por estar inaugurando una plaza que ya se llama Corrada de la Poesía.
Pudiera parecer que esto de bautizar calles y plazas no tiene importancia, pero vosotros sabéis que en este caso sí la tiene; que es un recordatorio de que la poesía existe, de que está en la vida y de que no es sólo un ejercicio de quienes la escriben. Ciertamente, la poesía puede ser y es un estímulo para la percepción de la belleza y de las mejores posibilidades humanas en la convivencia, en el mejor entendimiento de los hechos y las estructuras sociales, y hasta para la administración solidaria, de la propiedad y el disfrute de los bienes necesarios.
Corrada de la Poesía. Un buen nombre. Con mucho tino lingüístico, que tanto tiene de llingua asturiana como de castellana, y así debe ser, que las lenguas son una riqueza, el mayor de los tesoros culturales, y deben convivir también pacíficamente y para nada convienen las exclusiones y las controversias ásperas. Nosotros precisamente, los apasionados de la palabra, debemos recordar esto muy bien y felicitarnos porque sean nuestras, con total naturalidad, dos hermosas lenguas.
Quiciabes tengo falao yá muncho. Espero que no sea demasiado porque aún quiero decir algo.
Creo que éste es un buen momento para recordar con gratitud y cariño a los poetas asturianos que se fueron de la vida y no pueden estar en esta celebración. Son tantos que no sé ni puedo decirlos, y ni siquiera diré a mi padre. Este recuento lo haremos íntimamente cada uno de nosotros. Pero para representarlos a todos, voy a decir a uno; al que recuerdo más cercano en su fallecimiento, al querido Ángel González: ¡Salud, compañero difunto!
No se bromea de cualquier manera con los poetas muertos. Esta broma va muy en serio; lleva consigo, incluso, alguna lagrimina. Creo que a Ángel no le hubiera disgustado el saludo.
A los que estáis ahí, y esté yo donde esté, os mando un abrazo universal. Gracias por haber hecho que exista la Corrada de la Poesía.
¡Enhorabuena!”
Antonio Gamoneda
Fuente: Faro Gamoneda