Femenino plural es una auténtica sátira con mayúsculas, donde los personajes, a excepción de un pintor que aflora en los últimos capítulos, son en su totalidad mujeres. Y un tipo de mujeres en continuo desafío, que no hacen más que poner de manifiesto un revoltijo de pasiones surgidas de rencillas, rencores y del término que más se repite página a página: la envidia. No sé si decantarme por definir este libro como un ataque en defensa propia o una defensa contra el ataque ajeno que, dicho sea de paso, no tiene desperdicio.
Hay una gran carga de crítica al ser humano en este relato, que bien podría tildarse de tratado o de drama purgador y catártico: porque se habla de las constantes insidias que nos tendemos los unos a los otros, de personajes, insisto en femeninos, brujeando sin tregua sobre la vida de los demás, evidenciando ingratitud y antipatías, llenándonos de salpicaduras de esa hiel que, queramos o no, todos llevamos dentro.
Aurelio González Ovies
Fotografías: Alfonso Pascón