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Estoy aquí y percibo
la grandeza del día

Entonces, reseña de María García Esperón



Entonces este ahora de luz se nos abre en las manos y nos fía los secretos de la sombra.

Entonces es un libro que lleva a su poeta hasta el corazón de los lectores, para que ellos lo alberguen, lo interroguen, le den agua y pan y obtengan acaso las respuestas más hermosas y sinceras a todas aquellas dudas que laceran la existencia.

Entonces es un racimo de doradas uvas de palabras, es un árbol que surge de la amada tierra, es secillez y experiencia, aceptación, desahogo y calma.

Aurelio González Ovies ha vertido en este poemario editado por BajAmar el vino exquisito de su sensibilidad y sabiduría. Sus letras caminan con nosotros por las avenidas del siglo XXI, pero pudieron haber caminado de la mano del Tíber al lado de Marcial, de Horacio y de Ovidio. El tiempo que huye y el día que se goza, la imagen de la huerta, el rostro de la rosa, la vida que huele a hierba... me hacen pensar en aquello que dijo Borges, si acaso un solo hombre ha nacido, un solo hombre ha muerto en la tierra y ese espíritu del hombre único, esa esencia de lo humano habla por la boca de Aurelio y por su mano se escribe:

Lo nuestro -y es muy poco- está

sobre la tierra.

Es muy poco pero es todo. Es mentira pero con verdad vivida. Y quizás y sobre todo es esperanza y ni siquiera en el otro mundo sino en esta transitoria y falaz, frágil y huidiza, mentirosa realidad:

Esta mentira

en la que voy viviendo

será la verdad única

que llevaré conmigo.

Entonces nos convoca, nos camina, nos pierde y nos hace encontrarnos en una soledad distinta. Clara, amplia, iluminada. Es una habitación esa soledad de Entonces. En ella bien se vive un bien estar con nosotros mismos. En ella todo se acepta porque todo se comprende:

Sentí un dolor inmenso,

como de un gran impacto

o de felicidad.

Volví los ojos:

comprendí que mi vida

-qué leve soplo-

había pasado.

Entonces tiene seres y hermanos, madre, padre y alma. Y tiene sed, mucha sed de luz que es el agua del poeta y sabe de ausencia y de recuerdo y calla. Y acepta que así sea todo, siempre tarde y nunca y nada. Y que si todo esto es una mentira, habrá que vivirla como una verdad. Y que en la fragilidad de todo lo que nos rodea y todo lo que somos habita, imperecedera, la Belleza.

María García Esperón

Trastevere, Roma, 7 de junio de 2017.

Fuente: Web de María García Esperón

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